Faringitis

¿Qué es la faringitis?

La faringitis es una inflamación de la faringe, que esta en la parte posterior de la garganta. Esta inflamación puede ser causada por diferentes tipos de virus o bacterias incluso hasta hongos y es una de las enfermedades más comunes que afecta a muchas personas cada año. Esta enfermedad puede ser muy incómoda y dolorosa, y puede ser difícil de tratar si no se diagnostica correctamente. Es importante conocerlo y sus síntomas para poder buscar atención médica adecuada en caso de necesidad.

dolor de garganta por faringitis

Causas de la faringitis

Las causas más comunes de la faringitis son las infecciones virales y bacterianas.

Las infecciones virales son las causas más frecuente y pueden ser causadas por varios virus, incluyendo el virus de la gripe, el virus de Epstein-Barr (que causa la mononucleosis), el virus del resfriado común y el virus de la varicela-zóster (que causa la varicela y el herpes zóster). Estas infecciones virales son altamente contagiosas y se transmiten fácilmente de persona a persona a través de micro aerosoles respiratorias.

Las infecciones bacterianas se producen por el gérmenes comunes, siendo la bacteria más común la Streptococcus pyogenes, que causa la faringitis estreptocócica. Esta infección bacteriana también es altamente contagiosa y se transmite a través del contacto cercano con personas infectadas o mediante objetos contaminados con la bacteria.

Factores de riesgo para tener faringitis

Algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar faringitis:

  1. Edad: los niños y adolescentes tienen mayor riesgo de contraer esta enfermedad, especialmente si asisten a la escuela o a guarderías.

  2. Exposición a sustancias irritantes: el contacto con sustancias irritantes como el humo del tabaco, los contaminantes ambientales y productos químicos puede aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.

  3. Bajo sistema inmunológico: las personas con un sistema inmunológico debilitado tienen mayor probabilidad de contraerlo, ya que su cuerpo es menos capaz de combatir las infecciones.

  4. Contacto cercano con personas infectadas: Esta enfermedad es altamente contagiosa, por lo que estar en contacto cercano con personas infectadas puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.

  5. Alergias: las personas con alergias a ciertas sustancias, como el polen o el polvo, pueden tener mayor riesgo de desarrollar faringitis alérgica.

  6. Consumo de alcohol y tabaco: el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar faringitis crónica.

  7. Condiciones médicas preexistentes: ciertas condiciones médicas, como el reflujo gastroesofágico (ERGE) y la enfermedad de la tiroides, pueden aumentar el riesgo.

Síntomas de la faringitis

Los síntomas más comunes son:

  1. Dolor de garganta
  2. Dificultad para tragar
  3. Ronquera o cambios en la voz
  4. Fiebre
  5. Dolor de cabeza
  6. Fatiga o cansancio
  7. Dolor de oído
  8. Glándulas inflamadas en el cuello

Diagnóstico de la faringitis

Para hacer el diagnóstico de faringitis, el médico comenzará por hacer un examen físico y revisar los síntomas del paciente. Durante el examen, el médico examinará la garganta del paciente en busca de enrojecimiento, inflamación o pus. También puede tomar una muestra de secreción de la garganta para detectar si la infección es viral o bacteriana.

En algunos casos, el médico también puede solicitar pruebas adicionales, como un análisis de sangre o una prueba de estreptococo. La prueba de estreptococo implica tomar una muestra de la garganta del paciente y analizarla para detectar la presencia de la bacteria del estreptococo. Si la prueba resulta positiva, se prescribe un tratamiento con antibióticos para tratar la infección bacteriana.

Tratamiento de la faringitis

El tratamiento de la faringitis depende de la causa subyacente de la enfermedad. Aquí te presento los tratamientos disponibles para cada tipo de faringitis:

  1. Faringitis viral: La mayoría son autolimitadas, lo que significa que se resuelven por sí solas sin necesidad de tratamiento específico. Los síntomas pueden ser manejados con analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, y se puede recomendar el uso de gárgaras con colutorios para aliviar el dolor de garganta. En algunos casos, los médicos pueden recetar antivirales específicos para tratarlos.

  2. Faringitis bacteriana: Esta es generalmente tratada con antibióticos, que son medicamentos que combaten las bacterias. El tipo de antibiótico y la duración del tratamiento dependerán del tipo de bacteria que esté causando la infección. Es importante completar todo el curso de antibióticos, incluso si los síntomas mejoran antes de que se termine la medicación. Además, los analgésicos de venta libre pueden aliviar el dolor de garganta y la fiebre.

  3. Faringitis alérgica: El tratamiento puede incluir evitar el alérgeno desencadenante, si es posible. Además, se pueden recetar medicamentos antialérgicos, como antihistamínicos o corticosteroides, para reducir la inflamación en la garganta y otros síntomas alérgicos.

Complicaciones de la faringitis

Si no se trata adecuadamente esta , puede provocar algunas complicaciones. Algunas de las complicaciones de la faringitis incluyen:

  1. Infecciones secundarias: una faringitis bacteriana puede provocar infecciones secundarias en otras partes del cuerpo, como los oídos, los senos paranasales o los pulmones.

  2. Absceso periamigdalino: es una acumulación de pus detrás de la amígdala que puede causar dolor, fiebre, dificultad para tragar y hablar.

  3. Dificultad respiratoria: en casos raros, la inflamación de la garganta puede obstruir las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.

  4. Fiebre reumática: es una complicación rara pero grave de la faringitis estreptocócica. Puede causar daño permanente en el corazón, las articulaciones, la piel y el cerebro.

Consejos para prevenir la faringitis

  1. Lavado frecuente de manos: Lávate las manos con frecuencia y de manera adecuada con agua tibia y jabón para evitar la propagación de virus y bacterias.

  2. Evitar el contacto cercano con personas enfermas: Si alguien cercano a ti tiene faringitis o cualquier otra enfermedad infecciosa, evita el contacto cercano y el intercambio de objetos personales como toallas, cepillos de dientes o cubiertos.

  3. Cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar: Utiliza pañuelos desechables o la parte interna del codo al toser o estornudar para evitar la propagación de bacterias y virus.

  4. Evitar fumar y la exposición al humo: El humo del tabaco y otros irritantes pueden irritar la garganta y aumentar el riesgo de infecciones de la garganta.

  5. Mantener un sistema inmunológico saludable: Una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso pueden ayudar a mantener un sistema inmunológico fuerte y reducir el riesgo de infecciones de la garganta.

  6. Hidratación adecuada: Beber suficiente agua puede ayudar a mantener la garganta hidratada y reducir la irritación.

Es importante tener en cuenta que, aunque se pueden tomar medidas preventivas, a veces la faringitis puede ocurrir de todos modos. En esos casos, es importante buscar atención médica adecuada y seguir las recomendaciones del médico para prevenir complicaciones y reducir el riesgo de propagación a otros.